miércoles, 12 de septiembre de 2007

Dia de la marmota


Pocas veces, como espectador, logra uno crear empatía con un personaje de alguna película, porque siempre son bastante ficticios, irreales o qué se yo, y todo lo vemos desde la cómoda silla del observador ajeno a la trama.

Eso no me ocurrió con esta película. La imagen de este reloj en primer plano a punto de marcar las 6:00 (que lo hace en cámara lenta y con música tenebrosa) ocurre en un momento en que uno ya se siente en los zapatos del pobre Phil y entiende el desconsuelo y desespero que está pasando. Ni siquiera ve uno la posibilidad de suponer alguna fórmula de consuelo. Nuestro cerebro está con las manos atadas.

Cuando estuve haciendo la maldita Tesis me sentí como víctima de un desastrozo DIA DE LA MARMOTA en el que nada mejoraba y muchas veces tocaba comenzar todo de nuevo. La diferencia es que el calendario sí avanzaba normalmente. A veces había destellos interesantes que hacían sonreir y acomodarse a esa situación (Phil también lo hace, conquistando chicas o aprendiendo piano), pero nada podrá reemplazar la alegría de saber que "Ya es mañana"

En mi caso, Ya es mañana. Llegó con 6 años de retraso, pero ya es el día que estaba esperando